El hidrógeno limpio es una pieza clave en la transición energética global, pero su adopción a gran escala aún enfrenta barreras económicas y de infraestructura. El informe «Hydrogen: Closing the Cost Gap» del Hydrogen Council en colaboración con McKinsey & Company (marzo de 2025) analiza los desafíos y oportunidades para el despliegue del hidrógeno limpio en la UE, Asia Oriental y EE. UU., con el objetivo de cerrar la brecha de costos frente a las alternativas convencionales.
El informe establece diferentes categorías de hidrógeno según su método de producción:
Estas definiciones son cruciales para comprender los marcos regulatorios y las políticas de incentivo a nivel global.
Para 2030, la demanda de hidrógeno y sus derivados en la UE, Asia Oriental y EE. UU. podría alcanzar los 34 Mt por año en un escenario de calentamiento <2°C. De esta cantidad, 8 Mt por año ya cuentan con un caso de negocio respaldado por políticas existentes. Aproximadamente el 75% de la demanda provendría de usos industriales establecidos (refinación, amoníaco), mientras que sectores emergentes como la aviación y el transporte marítimo representarían el 25% restante. La descarbonización de esta demanda permitiría una reducción anual de 250 MtCO₂e.
El informe clasifica la demanda de hidrógeno limpio en tres segmentos:
Diversas políticas en la UE, EE. UU., Japón y Corea del Sur están impulsando la adopción del hidrógeno limpio:
Para 2030, los costos de producción del hidrógeno renovable oscilarán entre 3-11 USD/kg, mientras que el hidrógeno de bajas emisiones costará 1.2-3.5 USD/kg. La viabilidad comercial dependerá de la geografía y del segmento de uso final, con valores potenciales de mercado entre 1-12 USD/kg H₂e.
Se identifican 8 Mt p.a. de demanda con caso de negocio positivo respaldado por políticas para 2030, principalmente en la UE y Asia Oriental. Otros 13 Mt p.a. podrían ser competitivos con mejoras en costos e infraestructura, especialmente en EE. UU.
El informe sugiere medidas para acelerar la adopción del hidrógeno limpio:
A pesar de los desafíos, las políticas actuales podrían catalizar la adopción del hidrógeno limpio para 2030. La UE, EE. UU., Japón y Corea del Sur serán los principales impulsores, representando el 30% de la demanda global proyectada. Sin embargo, será necesario un escalamiento del apoyo político e inversiones estratégicas para cerrar la brecha de costos y consolidar el hidrógeno limpio como una solución clave para la descarbonización global.